Rendimiento laboral
El rendimiento laboral es el producto del trabajo de un empleado o de un grupo de empleados. Variables como la motivación, el clima laboral o las herramientas que da la empresa para alcanzar los objetivos influyen directamente en el rendimiento.
En cada puesto de trabajo de una organización, la persona que lo ocupa debe desempeñar funciones que requieren el dominio de competencias profesionales. Las empresas tienen en cuenta que los cambios en los procesos de trabajo exigen formar a tus empleados para incrementar su rendimiento.
Durante estos procesos, las empresas utilizan una evaluación del rendimiento para medir el desempeño de sus empleados y ver que cambios permiten la consecución de los objetivos marcados.
Existen distintos métodos para medir el rendimiento laboral, sin embargo, el más utilizado a día de hoy sigue siendo el control de tiempos.
La gestión del tiempo se refiere a las acciones continuadas en las que se divide la ejecución de algo para alcanzar una meta.
La medición del trabajo es la aplicación de técnicas que sirven para concretar el tiempo que un/una trabajador/a necesita e invierte en ejecutar una tarea determinada.
La medición del trabajo es la forma por la que se puede medir el tiempo que se invierte en realizar una tarea, de tal forma que se puede diferenciar el tiempo improductivo del productivo. Así, se puede identificar su existencia, su importancia, etc., detalles que antes de la medición pasaban desapercibidos y ocultos dentro del tiempo total.
Una vez que se conoce la existencia del tiempo improductivo y una vez que se saben sus causas, se pueden establecer medidas para reducirlo o eliminarlo.
Es evidente que una buena gestión del tiempo es sumamente importante para lograr una mejora de la productividad y la competitividad de la empresa, entidad, etc.
Además, un profesional que tenga que realizar numerosas tareas en poco tiempo siempre va a resultar rentable, aunque no es fácil alcanzar este nivel de rentabilidad.
Toda tarea o persona que lleva más tiempo del que se planteó en un inicio se convierte en un ladrón de tiempo. Para superar a los ladrones de tiempo y ahorrar tiempo, lo fundamental es ser organizado y adquirir unos buenos hábitos.
Cabe mencionar que la medición del trabajo incluye diversas técnicas, que pueden usarse cada una de forma independiente para medir el trabajo.
Una escasa estimulación y el tener pocas obligaciones y retos a los que enfrentarse pueden producir aburrimiento, frustración y una sensación de que no estamos aprovechando al máximo nuestras capacidades.
De igual modo, una demanda excesiva puede producir una sobrecarga de tareas, provocando estrés negativo que disminuye el rendimiento del trabajador.
Trabajar sin pausa bajo una gran presión (es decir, con muchas obligaciones que cumplir) para terminar rápidamente un encargo, no constituye siempre la estrategia adecuada.
Con esta forma de trabajar podremos finalizar tareas rápidamente, pero si mantenemos el mismo ritmo durante un período prolongado, el tiempo pasará factura e incidirá negativamente en el rendimiento, la productividad, las relaciones personales y la salud.
Hay personas que pueden asumir una gran cantidad de trabajo en poco tiempo y realizarlo satisfactoriamente, pero los empresarios deben tener en cuenta que no todo el mundo trabaja igual. Es importante saber a quién se le puede presionar para incrementar su rendimiento y a quienes es necesario dar más tiempo para que puedan trabajar relajados.